La Épica de Gilgamesh es uno de los textos más antiguos de la historia de la
humanidad. Es mucho más antiguo que la biblia y probablemente, unos cuantos de
miles de años anterior a la Illíada. Cuenta la historia de Gilgamesh (Izdubar o en la biblia el héroe Nimrod), el rey de Uruk.
Para darle un poco de contexto, vamos a recorrer la vida de tres personajes que ayudaron a traer esta historia casi 4000 años hacia el presente. Un rey Asirio, un intrépido diplomático/mercenario, y un excelente traductor.
Esta historia se perdió de la memoria colectiva mucha tiempo, y recién la
descubrieron en excavaciones arqueológicas en 1873 por un arqueólogo llamado
George Smith. Fue el primero en excavar los restos de la biblioteca de
Assurbanipal, el último rey Asirio. Assurbanipal (También llamado "Osnaper" en
Esdras, 4:10), a su vez, fue el primer "rey Arqueólogo", que creó la biblioteca
de Nínive.
George Smith, pudo leer el contenido de esas tablillas, gracias al trabajo que comenzó el más Indiana Jones de los Arqueólogos, Henry Rawlinson. Este Diplomático tuvo una vida súper interesante que, honestamente merece un post completo. Mientras trabajaba como mercenario para la East Indian Company, Henry descubrió el equivalente a la "Piedra Rosetta" que permitió comenzar a descifrar que decían esas curiosas tablillas "cuneiformes" que seguían apareciendo por todo Irak. El monolito se llama "Inscripción de Behistún", y tiene la particularidad de tener la misma inscripción en tres lenguajes diferentes: Persa antiguo, elamita y babilonio.
Al contrario de la famosa Biblioteca de Alejandría, Assurbanipal usaba
tablillas de cerámica para inscribir sus libros. Esto no es particular de este
rey, ya que toda la civilización Sumeria utilizaba cerámica en vez de papel. Lo
interesante es que la cerámica resiste el fuego, las inundaciones, el
cristianismo, los terremotos y toda clase de catástrofes naturales que
usualmente destruyen los libros.
De esta colección, George Smith tradujo la Épica de Gilgamesh. El problema
principal, es que la mayoría de las tablillas están incompletas, partidas y
mezcladas. La más entera, por suerte, es la tabilla numero 11, en la que
Gilgamesh se encuentra con Utnapishtim (Hasisadra o Noé, en la biblia) y narra el diluvio
universal. Esta historia es una de las más completas y también se repite en la
Epica de Atrahasis. Tengamos en cuenta que la humanidad todavía no puede
traducir exactamente el significado de las inscripciones, por lo tanto la
mayoría son palabras sueltas que requieren un poco de imaginación para hilarlas
en una historia concisa.
La tablilla Once comienza con Utnapishtim siendo rey en la ciudad de Shuruppak,
en los bordes del río Euphrates. Los dioses "Anunnaki" (Anu, Enlil, Ninurta,
Ennugi, and Ea) han jurado mantener en secreto el hecho de que, por alguna
causa natural, probablemente un asteroide, se producirá una enorme inundación
que destruirá la mayoría de la civilización en la tierra. Los dioses quieren
usar este evento natural para "limpiar" la tierra de humanos, que habían
proliferado demasiado. Sin embargo, uno de los dioses, Ea o Enki, le pide a
Utnapishtim que fabrique un enorme barco y que cargue semillas, todas las
bestias y animales del campo dentro y espere una enorme lluvía.
De aquí en adelante, probablemente ya sepan como sigue. La biblia continúa la
historia exactamente como las tablillas. La tormenta dura seis días y seis
noches, una vez que se calma, liberan un pájaro para ver si hay tierra firme,
el pájaro no regresa al barco, indicando que ha encontrado otro lugar para comer.
Los sobrevivientes llegan a tierra firme y la humanidad se recupera con el tiempo. Así
termina la historia de la biblia, pero en la épica de Gilgamesh, el dios Enlil,
"bendice" a Utnapishtim y su esposa, y les dice que se han vuelto "dioses como
ellos" y que pueden vivir por siempre, en un valle escondido en las montañas.
Gilgamesh le pregunta a Utnapishtim si le puede dar la fórmula para la vida
eterna, pero Utnapishtim le responde que fue un "regalo" de los dioses, y que
no sabe como lo hicieron. Giglamesh, resignado a ser un mortal, se está por
retirar, cuando Utnapishtim le cuenta que hay una planta que crece en el fondo
del mar, que lo puede rejuvenecer. Siguiendo las indicaciones, Gilgamesh
obtiene la planta y antes de probarla en si mismo, desea llevarla a Uruk y
probarla con un anciano. En el camino, se distrae bañandose en un lago, y una
serpiente le roba la planta y se la come. Mientras se aleja, Gilgamesh ve cómo
la serpiente se desprende de su piel anterior, por lo que supone que la planta
funcionaba como un rejuvenecedor, pero que ahora ha perdido toda chance de ser
inmortal. Aquí termina la Épica de Gilgamesh, un nuestro héroe derrotado retornando a
su ciudad sin la planta de la vida eterna, pero con una historia que contar.
Supongo que la planta a la que se refiere es la misma que se nombra en Genesis
3:22 "He aquí el hombre es como uno de nosotros, sabiendo el bien y el mal;
ahora, pues, que no alargue su mano, y tome también del árbol de la vida, y
coma, y viva para siempre."
Llegamos hasta aquí en este post, la misteriosa planta de la vida eterna hace otra aparición en los libros de la antigüedad, primero como la "Ambrosía de los Dioses" en la Odisea, Luego como el "Árbol de la Vida" en el Génesis de la Biblia, la "planta de Utnapishtim" y la "Fuente de la Vida" que buscaban los conquistadores españoles en Florida, que lo vamos a dejar para el próximo post.
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