Hoy vamos a hablar de Los Sueños. Específicamente, no de las alucinaciones privadas semi-conscientes que tenemos al dormir, sino de las alucinaciones privadas semi-consientes que tenemos despiertos.
Quizás este tema sea la última vaca sagrada del mundo nihilista-post-moderno, algo que tanto las corporaciones privadas como los estados y la iglesia defienden. "Que todos puedan cumplir sus Sueños", como el ideal más noble de una civilización.
Defendemos a cualquier persona que haga algo contra-intuitivo porque es "su sueño". Tuvo un accidente donde perdió las piernas, pero tiene el "sueño" de correr en las olimpiadas?
Hemos creado una olimpiadas especiales para vd! Porque si hay algo que las corporaciones adoran más que los sueños es el espíritu competitivo. Acá inserte texto de corrección política que diga algo así como no es que estemos necesariamente en contra del deporte olímpico de ehhmm "Competitive Masculine Wheelchair Racing", sino sólo estamos ilustrando un punto.
Quizás lo más extraño de todo el proceso es que nunca nos detenemos a tratar de razonar acerca de nuestros "sueños", de donde vienen? cuando se nos ocurrieron? porqué todo el mundo trata una idea de un niño de 6 años que se le ocurrió al ver un comercial como algo sagrado?
Probablemente toda esta reverencia hacia los sueños de las personas sea una consecuencia de la caída de las religiones en la vida de la mayoría de las personas. Si el objetivo final ya no es más "ser buen cristiano para ir al cielo", entonces hay que inventar otra cosa para que la vida en la tierra tenga sentido.
Cuando estaba pensando acerca de este tema, me acordé de este artículo: "Mas chicos sueñas con ser Youtubers que Astronautas". El artículo no tiene desperdicio, no sólo la fuente es la compañía LEGO, que se dedica a explotar comercialmente los "sueños" de los niños, sino que tiene un toque de vibra guerra fría en la que compara a los decadentes niños del capitalismo que sólo quieren ser Youtubers, contra las mentes brillantes del comunismo estatista chino, que todavía quieren ser astronautas. Casí se me pianta un lagrimón de eficiencia corporativa para crear los futuros moldes de plástico ABS en forma de youtuber (?).
Probablemente, hoy en día muchos adultos todavía sigan levemente deprimidos y sintiéndose un poco perdedores por no ser parte de los 30 o 40 puestos de astronautas que en realidad existen, sin tener en cuenta que fue todo un elaborado plan para... vender más juguetes de plástico, por supuesto.
Lo más triste es que lo juguetes no se los venden necesariamente a los niños, sino a los padres, que no se animan a decirles a sus hijos la verdad acerca de Papa Noel y los Astronautas, para no ser acusados 30 años después de "destruirle los sueños a la pobre creatura".
Quizás me falta mucho más por agregar en este tema, es algo realmente profundo. Por un lado, nos encanta alimentar las esperanzas y los sueños de los demás. Por otro, no podemos juntar el coraje para explicarles a esas mismas personas que las probabilidades de cumplir esos sueños son muy bajas.
Así que bueno, amiguitos, He-Man quiere recordarles que no todos los sueños se pueden hacer realidad, y que no hay nada de malo en eso. No tiene sentido deprimirse porque no pudieron ser Astronautas, porque muy poca gente puede ser astronauta y depende mucho del estado de la tecnología en ese momento. Irónicamente, nunca coincide la demanda de una carrera con la cantidad de niños que "sueñan" con hacer eso.
Como en este momento (2021) estamos experimentando una burbuja de demanda de programadores web, gracias a un turbio esquema de bajas tasas de interés de la reserva federal que incentiva las inversiones en compañías digitales que puedan escurrirle el último centavo de algún país subdesarrollado cobrando un 30% de comisión por llamarte un taxi trucho, Mattel decidió crear la Barbie Computer Engineer, que no existía 30 años atrás, cuando en realidad hubiera sido útil, pero por supuesto, los programadores de esa época no eran las divas glamorosas con sueldos estrafalarios que son ahora, sino nerds barbudos y antisociales que les gustaban más las computadoras que el estatus social de su profesión.
Mas que bajonear a todo el mundo, este post es una invitación a la reflexión acerca de sus sueños, para que en vez de perseguir objetivos ciegamente, se detengan un momento a analizar de donde vienen esos sueños, cuando los crearon, si lo que imaginaron se ajusta a la realidad, y más importante, si los hacen felices o les amargan la vida.
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