Regresar al Mono

 

Hace un tiempo atrás, estábamos contemplando las estrellas desde una pileta, en la casa de un amigo. Ciertas moléculas orgánicas nos daban una perspectiva más amplia acerca de la realidad. En ese momento, mirando las estrellas, recordé el viejo sueño de la ciencia ficción. Un universo poblado de exploradores, en cada estrella, en cada planeta. El sueño más noble de la humanidad, Ad Astra Per Aspera. Para alcanzarlo, los ingenieros de Rockwell, la compañía que creaba los motores para los cohetes SaturnoV, crearon un diagrama llamado "Integrated Space Plan"

Es un diagrama enorme, pueden verlo completo apretando este link. Detalla paso por paso como alcanzar las estrellas, empezando por poner bases en la luna y en marte, conquistando el sistema solar y finalmente otras estrellas cercanas. Lo tengo impreso en grande y pegado a una pared. Termina con la frase "Ad Astra" que significa "hasta las estrellas".

Pero yo estaba en una pileta climatizada, de noche, y me impactó como el golpe de un ladrillo en la cabeza, todo ese pensamiento tan noble se resumía en "Sabés que le falta a este universo? Más Monos, Monos como nosotros, en todas las estrellas."

Ahí me di cuenta que no podemos escapar la programación del mono, el mono sólo tiene dos funciones básicas: 

1) Incrementar su nivel de confort, haciendo el mínimo trabajo posible.

2) Tener sexo y crear más monos.

Uno de los grandes problemas del mundo occidental, la baja tasa de natalidad, se produjo cuando encontramos la forma de tener sexo sin crear más monos para mantener nuestro nivel de confort.

A veces, los monos más aventureros, se embarcan en naves que zarpan hacia el horizonte y descubren nuevas tierras, libres de otros monos. Inmediatamente proceden a marcar esa posición, volver a su tierra natal, cargar barcos con suministros y poblar esa tierra vírgen con muchos monos. 

Incluso, de vez en cuando, llegan los monos aventureros y descubren que ya había monos viviendo en ese lugar. Pero son monos ligeramente diferentes, y no tienen armas, así que los monos conquistadores exterminan los monos nativos y luego lo llenan de monos de su mismo color. Héroes absolutos.

La situación se ha vuelto tan absurda que no queda otra alternativa más que conquistar el espacio en busca de nuevos recursos para los monos de la tierra.

No quiero que este post sea absolutamente garrón. La idea aquí es que no podemos ir en contra del imperativo biológico de forma comunitaria. Si dejamos de conquistar nuevo territorio y seguimos aumentando los monos, vamos a llegar a una situación de Universo-25, o drenaje conductal

En esta situación, un incremento de la población en un espacio reducido termina volviendo locos a los ratones y dejan de reproducirse. Quizás más adelante hagamos un post super detallado acerca de este experimento. 

En conclusión. No podemos dejar de reproducirnos y conquistar nuevos territorios, porque nos extinguiríamos. Todo lo que no está creciendo se está muriendo. Es imposible que existan todo el arte, la cultura, la música clásica y las estatuas de mármol en fastuosos edificios si la humanidad no está conquistando y expandiéndose permanentemente. Una vez que nos bajamos de los árboles, no podemos dejar de avanzar hacia adelante. Cada nuevo entorno que enfrentamos nos da nuevas tecnologías. Cuando encontramos climas fríos, inventamos la vestimenta, la inteligencia para conservar comida para el invierno y cientos de otras adaptaciones. 

Si logramos adaptar los monos a sobrevivir en tornos de baja gravedad y sin atmósfera, vamos a estar listos para conquistar los estrellas. El esfuerzo de sobrevivir en esos entornos nos va a cambiar para siempre, para mejor. 

Non est ad astra mollis e terris via

( «No hay camino fácil de la Tierra a las estrellas»)

-Séneca